La verdad, cuesta encontrar ganas de escribir para despedir a un ser querido. Se nos fue el periodista Fredy Reine Zambrano, un verdadero emblema de la comunicación local, en su paso por el periodismo gráfico y televisivo, pero sobre todo radial.
¿Quién no lo recuerda editorializando las mañanas de L.V. 15? ¿Lanzando sus agudas reflexiones? ¿O entrevistando con respeto a los principales actores de la realidad local o provincial? Un SEÑOR, con todas las letras.
Miembro del selecto grupo denominado “periodistas de raza”, supo ganarse el respeto de los colegas pero también de la clase política. Todos sabían que tenía sus convicciones, pero a menudo prefería reservarlas para no incomodar a su interlocutor. Así de respetuoso era, sabedor – al fin y al cabo – que la “estrella” debe ser siempre el entrevistado, no el periodista.
Gran lector, le gustaba investigar sobre la historia, porque sabía que allí, en los orígenes, podía encontrar las respuestas del presente. Todo un ejemplo para tantos, que apenas leen mensajes de whatsapp o replican fake-news de las redes sociales, o mucho menos se animan a enfrentar las páginas de un libro para mejorar su formación.
Fredy se asumía autodidacta, como muchos, como lo fue también Virgilio Sánchez. Periodistas de vocación que le pasaban el trapo a otros tantos surgidos de la “Academia”. Pero que jamás hacian “periodismo de periodistas” o buscaban situarse más alto que ninguno.
Hombre de mil anécdotas y un humor ácido, fredy era un ser querible, afable, respetuoso, que en los últimos años tuvo que “borrarse” de la escena pública, porque aunque el bocho le funcionaba bien, los problemas de la salud requirieron su atención.
El periodismo este lunes está de luto, frase gastada si las hay. Perdoná Fredy la escasa originalidad, no me sale nada mejor. Ya que te vás con el Barba, como le decías, bajale línea para que tire buenas ondas.
