Desarrollada a partir de constatar los efectos metabólicos de las intervenciones quirúrgicas para el descenso de peso, como el bypass gástrico, es una herramienta terapéutica muy efectiva para la diabetes tipo 2 que no responde a los tratamientos convencionales.
Alrededor del 80% de pacientes con diabetes tipo 2 con o sin obesidad mórbida que no logran controlar su glucemia con medicación pueden conseguir una “mejora notoria o remisión de la enfermedad” con una cirugía, la herramienta terapéutica desarrollada a partir de constatar los efectos metabólicos de las intervenciones quirúrgicas para el descenso de peso, como el bypass gástrico.
Por el momento la cirugía metabólica forma parte del Plan Médico Obligatorio sólo como tratamiento para la obesidad severa con o sin diabetes, pero no para aquellos que no responden a los tratamientos para controlar la glucemia pero tienen una obesidad moderada o leve.
“En un primer momento, el objetivo terapéutico de la cirugía bariátrica era el descenso de peso en pacientes que tenían un sobrepeso excesivo, pero los especialistas vieron que se producían también cambios metabólicos en los pacientes, que empezaban a tener un control de la diabetes (tipo 2) muy bueno antes de que se logre el objetivo de descenso de peso”, dijo a Télam el Jefe de Sección Cirugía Bariátrica y Metabólica del Hospital de Clínicas, Ariel Ferraro.
“Cuando fueron a estudiar por qué pasaba, se encontraron con que hay mecanismos independientes del descenso de peso, que influyen para que esto suceda”, agregó.
A su turno, el presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad, Enfermedad Metabólica y Otras Relacionadas con la Obesidad (SACO), Jorge Harraca, explicó que a partir de esta evidencia “se unió el concepto cirugía bariátrica y metabólica” para englobar “tanto a aquellos (pacientes) que se operaban solamente por el peso como aquellos que tienen una intención de corregir el metabolismo sin que la obesidad sea el mayor problema”.
Es que “en el post operatorio de pacientes que operábamos por obesidad” se advertía que “resolvían rápidamente la diabetes” pero también “la hipertensión, el síndrome de apnea de sueño”, es decir, las afecciones típicas del Síndrome Metabólico.
“Entonces empezamos a operar pacientes que no eran tan obesos, pero que eran diabéticos (tipo 2) o que tenían hipertensión arterial o tenían trastornos de los lípidos, y así nació el concepto de la cirugía con intención metabólica”, añadió.
Todos estos mecanismos se empezaron a estudiar más asiduamente a partir del 2006-2007 “cuando se hicieron protocolos de investigación que demostraron que la cirugía tenía resultados mucho mejores que el tratamiento médico estándar en ciertos tipos de pacientes y mayor sostenibilidad en el tiempo”, aportó Ferraro.
Ambos especialistas aclararon que la cirugía metabólica es una herramienta terapéutica muy efectiva para la diabetes tipo 2 que no responde a los tratamientos convencionales (fármacos e insulina), no así para la tipo 1.
La diabetes es una afección crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre que, si no es tratada, con el tiempo produce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Es importante el diagnóstico temprano y la operación para detener la progresión de ese daño, dijo Harraca.
En Argentina, se estima que 1 de cada 10 mayores de 18 años tiene diabetes y que 4 de cada 10 afectados desconocen su condición.
En la diabetes tipo 1 el páncreas produce poca o nada de insulina, es decir, de la hormona que permite que las células puedan absorber la glucosa de la sangre; y la tipo 2 es la más común y ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente o no produce suficiente insulina.
“La cirugía metabólica, al cambiar el circuito intestinal y al alterar hormonas gastrointestinales, disminuye la resistencia de los tejidos a la insulina y permite nivelar tanto la secreción de esta hormona como la glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2”, dijo Ferraro.
En Argentina, se estima que 1 de cada 10 mayores de 18 años tiene diabetes y que 4 de cada 10 afectados desconocen su condición.
El especialista explicó que, no obstante, no todas las personas con diabetes tipo 2 son candidatas para esta intervención, sino aquellas “que están bajo tratamiento médico estándar o intensivo y a pesar de esto no consiguen controlar sus niveles de glucosa” aunque no tengan un sobrepeso severo.
“Antes necesitábamos que los pacientes fueran obesos mórbidos para operarlos, mientras que hoy existe otro criterio de indicación que es la obesidad moderada a severa con diabetes tipo 2 de no más de 8 a 10 años de evolución y que no tengan buen control (de la glucemia) con el tratamiento médico”, aportó Harraca.
En cuanto a los resultados, Ferraro explicó que “se calcula que la efectividad ronda el 80 por ciento”, es decir que 8 de cada 10 “puede dejar la medicación o la insulina” y experimentar “una remisión (a valores normales de glucemia) o mejoría significativa” de la enfermedad.
“Ahora bien, tanto las operaciones como los fármacos o los balones son eslabones de una cadena, porque el tratamiento es el programa integral multidisciplinario que aborda las cuestiones médicas, nutricionales y emocionales”, señaló Harraca
CÓMO ES LA CIRUGÍA
Las principales técnicas quirúrgicas de la cirugía metabólica son las mismas de la cirugía bariátrica: el “bypass gástrico” y la “gastrectomía en manga”.
“En el caso del bypass gástrico se trata de un cortocircuito entre el estómago y el intestino que hace que los alimentos se absorban menos y lleguen más rápido al intestino, porque se saltean una parte del estómago”, detalló.
La gastrectomía en manga es una cirugía donde no se hacen cortocircuitos intestinales, sino una reducción del estómago al 20% de su capacidad que deja afuera una parte del estómago que, en contacto con la comida, libera una hormona que abre el apetito”, agregó.
Ambas técnicas permiten comer, alcanzar más rápidamente la saciedad y no sólo bajar de peso, sino sostenerlo en el tiempo.
“Son operaciones que se hacen bajo anestesia general a través de video cirugía o vídeo laparoscopía, que son sistemas que nos permiten hacerlas sin abrir el abdomen y tiene una rápida recuperación” de entre 24 a 48 horas, describió Harraca.
Por su parte, Ferraro dijo que a pesar de que la cirugía metabólica fue validada a nivel mundial, en Argentina aún no se utiliza mucho por falta de accesibilidad a la cobertura de los tratamientos.
Si bien en virtud de la ley de obesidad “las aseguradoras de salud incluyen la cirugía bariátrica para pacientes con un exceso de peso significativo”, con un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor de 40 o de 35 con enfermedad metabólica, aún “no hay cobertura para la cirugía metabólica” cuyos candidatos “no necesariamente tienen obesidad mórbida”, porque las prestadoras no están obligadas a hacerlo.
“Que no haya un marco de obligatoriedad de cobertura no quiere decir que no esté indicado o que no sea exitosa. La Federación Internacional de diabetes la está recomendando en pacientes con diabetes tipo 2 y IMC de 30, o sea de obesidad moderada en adelante”, afirmó Harraca.
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