Durante la campaña como postulante a diputado nacional había asegurado que no era un “candidato testimonial”, sino que iba a asumir su escaño. También aseguró que convocaría a elecciones en La Toma, donde había sido reelecto en las elecciones del 11 de junio. Al final hará todo a medias: no renuncia, sino que pide licencia en el cargo por 10 meses, asume como legislador nacional pero sólo temporalmente y después verá…
Así de poco seria es la decisión que tomó el actual intendente de La Toma, Ernesto “Pipi” Alí, quien emitió el Decreto N° 9-2024, a través del cual convoca a sesión extraordinaria al Concejo Deliberante, para que trate el “pedido de licencia por tiempo determinado y sin goce de haberes”, desde el 18 de enero hasta el 18 de noviembre del presente año.
La sesión extraordinaria se realizará ese miércoles y se descuenta que la mayoría del cuerpo aprobará la solicitud del intendente, a pesar de su incalificable decisión.
Al parecer el hombre no está muy seguro de renunciar a la intendencia, o no tiene a nadie confiable a quien dejar en su lugar. O quizás no sabe si se adaptará al clima de Buenos Aires. En fin, probamos y vemos, se dijo, antes de tomar la insólita decisión.
En las últimas elecciones además de Alí fue electo senador nacional Fernando Salino, quien hasta ese momento se desempeñaba como vocero gubernamental. Ambos pretenden disputar la sucesión del poder en el Partido Justicialista, por lo que tienen en común su distanciamiento con el intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera, quien fue reelecto y es el jefe comunal de mayor poder que tiene la oposición en la provincia.
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