“En marzo, San Luis recibió menos fondos que los que habían ingresado en enero y febrero. El monto transferido por el Estado nacional fue menor incluso en valores nominales, es decir, sin considerar los efectos inflacionarios”.
La Agencia de Noticias San Luis dio a conocer esta información en la tarde del viernes, reflejando la preocupación gubernamental por la caída en el flujo de fondos, a pesar que el gobernador Claudio Poggi no se cansa de ratificar su convicción en la necesidad de apoyar al gobierno nacional que encabeza Javier Milei, la ley bases y el pacto del 25 de Mayo. Los datos le fueron comunicados al mandatario por el Ministro de Hacienda Néstor Ordóñez (foto).
Los crudos datos de la realidad fueron recibidos con preocupación por los gremios estatales, que reclaman una urgente recomposición salarial, tras cinco meses de congelamiento de sus ingresos.
El mes pasado San Luis recibió $ 45.083 millones, es decir, un importe menor a los $ 48.258 millones y $ 46.005 millones correspondientes a los meses de enero y febrero, respectivamente. De esta manera los ingresos provinciales evidencian una tendencia negativa que complica el desarrollo económico, ya que este problema se suma a los heredados de una administración, la que dejó el poder el 10 de diciembre del año pasado, que liquidó las reservas y profundizó el déficit fiscal a fuerza de gastos superfluos y actos de corrupción.
La variación interanual también registró un comportamiento descendente durante el primer trimestre de este año. En términos reales, la coparticipación de marzo disminuyó un 27%. En enero había caído un 12% y en febrero un 28%.
Esto es consecuencia de la merma en la recaudación de los recursos nacionales, de manera preponderante de dos impuestos que conforman la masa coparticipable. En primer lugar se produjo una caída de los ingresos provenientes del Impuesto a las Ganancias del orden del 40%, producto de la modificación legislativa que sufrió a finales del año pasado impulsada por el exministro de Economía, Sergio Massa, en fines puramente electoralistas. Ese recorte significó la pérdida de una nómina salarial y media de la administración pública para San Luis.
En segundo lugar, la caída de los ingresos estuvo motivada por la recaudación en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que disminuyó un 15% consecuencia de la recesión económica que atraviesa la Argentina. En conjunto con el resto de los tributos coparticipables, las transferencias automáticas en concepto de coparticipación para el conjunto de las provincias cayeron un 23%.
Se espera que al menos en el corto plazo la situación se agrave, lo que redundará en un escenario más crítico y de mayor deterioro de los ingresos provinciales.
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