Las señales que dejan dos abstenciones y una renuncia aceptada.
Por Daniel Poder *
El Gobernador Claudio Poggi le aceptó finalmente la renuncia al ministro de Turismo y Cultura, Juan Manuel Rigau.
Esa cartera iniciará la temporada turística en manos de la secretaria General de la Gobernación, Romina Carbonell, una dirigente de Avanzar de estrecha confianza del Gobernador y que ya forma parte de la primera línea del gabinete provincial.
Pero además, le pidió la renuncia a todos los funcionarios del ministerio de Turismo y Cultura.
La decisión de Poggi merece una lectura minuciosa.
Hay quienes consideran que tendría su fundamento en la falta de acompañamiento de la dirigencia radical a la hora de traducir apoyos legislativos a las políticas que lleva adelante el Ejecutivo provincial y que en el Gobierno consideran centrales para reflejar su sintonía con el profundo cambio que demanda la sociedad: entre ellos dotar de transparencia al sistema electoral de San Luis.
En esa línea, no se puede soslayar la abstención de los diputados radicales al momento de votar la reforma electoral que incluyó la eliminación de la ley de lemas -ese «Frankenstein electoral» que armó el anterior gobierno en su debilidad política- y la instrumentación de la Boleta Unica Papel para las elecciones del próximo año, propuestas del Ejecutivo que responden a un demanda social clara, profunda, concreta, y sobre la que gira el eje de gobierno que plantea el fortalecimiento institucional.
¿Qué revelan esas abstenciones y qué consecuencias acarrean?
En primer lugar desnudó la falta de conducción del radicalismo para ordenar a sus legisladores en línea con esa política central que lleva adelante el Gobierno del que forman parte. La reforma electoral es clave para el Gobierno. Hay un mensaje de transparencia, de necesidad de fortalecer las instituciones y de caminar en sintonía con la sociedad que ningún dirigente puede desconocer.
En segundo lugar, llevaría a Poggi a decidir que no sería un dirigente radical quien lleve adelante esa cartera de ahora más. Esa conducción que estaba en manos de dirigentes del radicalismo podría quedar definitivamente en manos de dirigentes de Avanzar.
Este miércoles, los diputados radicales Ivana Ricca (Pedernera) y Ricardo Jiménez (Ayacucho) se abstuvieron de votar a favor de la instrumentación de la Boleta Unica Papel, una iniciativa legislativa del Gobierno que busca transparentar las herramientas electorales.
Esas abstenciones quedaron muy expuestas no sólo por ser las únicas, sino porque los legisladores habían confeccionado previamente un informe que fue firmado en unanimidad, documento que sirvió -en forma textual- para la elaboración del proyecto de ley que presentó el Ejecutivo.
La votación fue 40 votos afirmativos y sólo dos abstenciones: las de esos dos diputados del radicalismo.
* Director de depolitica.com.ar
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