Una empleada estatal de Mendoza fue despedida tras descubrirse que había desviado hasta 26 millones de pesos del Ministerio de Producción mediante un fraude que realizaba desde fines de 2023.
Valentina Cáceres, de 20 años, adulteraba información de un programa de subsidios destinado a empresas, en el que trabajaba como técnica administrativa.
Cáceres modificaba datos de beneficiarios del subsidio “Enlazados”, destinado a impulsar la creación de empleo. Accedía al listado de empresas beneficiarias y añadía los nombres y CBU de cómplices para que cobraran el subsidio. Luego, eliminaba los nombres fraudulentos antes del pago oficial.
El fraude fue descubierto cuando Cáceres intentó agregar una empresa ficticia a la lista de beneficiarios. La incorporación masiva de empleados llamó la atención, desencadenando una revisión de los datos. Se comprobó la manipulación en los registros y se despidió a la empleada.
El descubrimiento se produjo gracias a los controles internos y a la huella digital de la operatoria fraudulenta. Los 31 beneficiarios cobraron en forma irregular alrededor de $200 mil pesos mensuales, acumulando un total de $26 millones hasta abril de 2024. La información fue presentada en la Fiscalía de Delitos Económicos.
OPERATORIA
La mujer -a quien le comunicaron su despido el pasado martes en presencia de un escribano público- está identificada como Valentina Cáceres. Tiene 20 años y había ingresado a trabajar en la administración del plan “Enlazados” a comienzos de 2023. Fue a fines de ese mismo año, precisamente en diciembre, que comenzó a llevar adelante su fraude millonario. Este lo realizaba en complicidad con otras 31 personas, a las cuales les desviaba unos 200 mil pesos cada mes.
La operatoria la lograba a partir de la modificación de datos de los beneficiarios del mencionado subsidio, que fue creado con el objetivo de impulsar la creación de empleo. A través de este, el Gobierno mendocino otorga una ayuda a las compañías que cumplan con ciertos requisitos con el pago del sueldo de sus empleados nuevos. La suma de dinero, que equivale a un salario mínimo, se les transfiere durante los primeros cuatro meses y es depositado directamente al trabajador.
Valentina Cáceres (20) y su novio Germán Valdeomillos (19), autores de la estafa.
Cáceres tenía acceso al listado de las empresas beneficiarias y a los datos de las nuevas personas incorporadas en cada una de ellas, quienes iban a recibir el complemento salarial en la fecha de pago correspondiente. Así fue como todos los meses la mujer lograba entrar al sistema y agregar los nombres y CBU de sus cómplices, haciendo que estos percibieran la plata del subsidio.
No lo hacía en cualquier momento del mes: los añadía entre la fecha de control de planillas y el día de pago. Una vez que se depositaban los sueldos, la empleada estatal volvía a entrar al documento y borraba los nombres de las 31 personas que había agregado de manera fraudulenta y aleatoria a las empresas que participaban del plan.
Su modus operandi funcionó durante varios meses. Sin embargo, fue descubierto en las últimas semanas, cuando la joven quiso dar un paso más: sumó a la lista una compañía apócrifa, o fantasma, y quiso agrupar en ella a todos sus cómplices.
Sin embargo, este cambio no pasó desapercibido. En el marco de la crisis económica, llamó la atención que una empresa contratara a tantos nuevos empleados. En consecuencia, se procedió a una revisación de los datos y de quiénes habían sido las últimas personas que habían ingresado a la planilla.
Entonces figuró el nombre de Cáceres, cuyos ingresos al listado de datos se comprobaron posteriormente cuando se examinó su computadora y se vio el documento en su historial.
CÓMO LA DESCUBRIERON
“Siempre hacía el movimiento en los días previos al proceso de generación de las órdenes de pago de los subsidios. Esto ocultó su operatoria frente a los controles internos de rutina que se realizaron, pero no advirtió que todos los datos y usuarios que operan el sistema son respaldados en servidores internos, sobre los que se realizan otros controles adicionales de integridad de la información y procesos”, informaron fuentes del gobierno mendocino.
Y agregaron sobre el descubrimiento: “Así fue detectada la irregularidad, porque existía una huella digital de toda la operatoria fraudulenta. Ante estos hechos, la técnica administrativa fue desvinculada del programa y se continúa con la auditoría interna”.
Los 31 beneficiarios cobraron en forma irregular aproximadamente $ 200 mil pesos mensuales, alcanzando unos $26 millones al 30 de abril de 2024. Toda esta información fue expuesta en la presentación realizada en la Fiscalía de Delitos Económicos.
Entre los 31 cómplices que facilitaron el desvío de unos $26 millones está el novio de Cáceres, Germán Valdeomillos, de tan sólo 19 años, quien también se desempeñó en Enlazados, aunque habría renunciado antes de que se detectara la maniobra.
Sobre esto último, una fuente extraoficial contó al Post que la punta del ovillo fue un par de transferencias bancarias entre Cáceres y Valdeomillos, por varios millones de pesos. Esos movimientos habrían sido “observados” por los bancos y AFIP, por lo que se habría indagado en los empleadores.
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