“Hubo una intención unívoca de dar muerte a las víctimas. Los disparos de arma fueron realizados a corta distancia y a una zona vital que no nos da margen a duda alguna que el imputado quería el resultado muerte”, dijo el fiscal de Instrucción N° 1, Francisco Assat.
Fue en la audiencia de formulación de cargos que se realizó este lunes contra Wenceslao Ledesma, acusado de dispararles con un arma calibre 38 a dos vecinos del barrio 1° de Mayo, en la ciudad de San Luis, y de golpear y amenazar a una mujer en el barrio República.
El imputado se abstuvo de declarar y su abogado, Ezequiel Domínguez, solicitó la prórroga de detención de ocho días, petición a la que hizo lugar el juez de Garantías Juan Manuel Montiveros Chada.
Mientras dure ese plazo, Ledesma permanecerá detenido en una comisaría. La Fiscalía, por su parte, pidió que se le dicte al acusado la prisión preventiva por cuatro meses. Una vez cumplidos los días de la prórroga, o si el abogado solicita la interrupción, el magistrado reanudará la audiencia y resolverá la situación procesal de Ledesma.
Ledesma, que pertenecía a la Policía de San Luis y se encontraba en situación de disponibilidad hace más de un año, fue imputado por la Fiscalía por dos hechos ocurridos presuntamente el 23 de abril: la primera acusación es por violación de domicilio, daños y amenazas calificadas por el uso de arma, todo en concurso real, en perjuicio de la ciudadana Patricia Rosales; y la segunda por homicidio calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y cuyas víctimas son Alexis Rivero y Alexis Suárez.
El sábado a la siesta, luego de cuatro días de ocurrido el hecho, Ledesma se presentó voluntariamente en la sede del Departamento de Homicidios para ponerse a disposición de la justicia y quedó detenido. Además, desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia informaron que se le rescindió el contrato, luego de investigar sus antecedentes judiciales.
LA TEORÍA DEL CASO DE LA FISCALÍA
La fiscal adjunta, Roxana Alcaraz, relató que el martes pasado, aproximadamente a las 14 horas, el acusado llegó hasta la Manzana 700 del Barrio La República, irrumpió con un arma en el domicilio de Patricia Rosales y preguntó por Alexis Suárez, hijo de la mujer.
“Como la señora no sabía, Ledesma se enoja y la golpea en el estómago. También le dijo que como a él le habían robado el teléfono, se iba a llevar el de la mujer, pero como no lo logra le trizó la pantalla. Antes de irse Ledesma amenazó a Rosales con prenderle fuego la casa”, narró la fiscal.
De acuerdo a la teoría del caso de la Fiscalía, unas horas después, cerca de las 21, Suárez salió a dar unas vueltas por el Barrio 1° de Mayo cuando ve a lo lejos al imputado con un arma en la mano y acompañado por dos personas. Suárez intenta alejarse, pero Ledesma le dispara y el proyectil le roza el cuero cabelludo.
“Suárez se dirige a la casa de Alexis Rivero quien es atendido por su padre, Eulogio Rivero. En ese momento Suárez mira hacia atrás y dice ´ahí vienen´, ingresa a la vivienda, salta el tapial que da al fondo y llega a la casa de su abuela para ponerse en resguardo”, dijo la fiscal adjunta.
Alexis Rivero, sorprendido de la situación, asoma su cabeza hacia la calle para ver de quién huía su vecino y, en eso, siente un proyectil que le impacta en el rostro. “Él lo define como un fogonazo, que le quemaba la cara. Recuerda que en la casa estaba su papá, su cuñado y dos niños y ni bien cierra la puerta se desvanece”, agregó Alcaraz.
El proyectil ingresó por su boca, la recorrió en su interior y salió por su cachete izquierdo. Le perforó esa parte de la cara. La víctima fue trasladada al Hospital Carrillo donde logran estabilizarlo y le dan el alta horas después, con un tiempo de curación de entre 30 y 35 días. Suárez también fue revisado por los médicos, quienes dan cuenta que poseía una lesión cortante en su cabeza de seis centímetros.
EL PEDIDO DE PRISIÓN PREVENTIVA
“Los hechos se conforman en dos etapas. La primera es la que ocurrió más temprano, en perjuicio de Rosales, y luego los que encuadran como homicidio calificado por uso de arma de fuego en grado de tentativa en contra de Suárez y Rivero. Valoramos los elementos de convicción que indican que hubo una intención unívoca de dar muerte”, explicó Assat.
Y agregó: “El delito no ha podido consumarse por un factor ajeno a su voluntad que es la falta de precisión en los disparos. Si bien impactaron en las cabezas de Rivero y Suárez, tuvieron la suerte de tocar ningún órgano vital, en este caso el cerebro. Un disparo rozó la parte del cuero cabelludo de uno y el otro ingresó por la boca y salió por la mejilla, sumando la distancia y el calibre del arma. Valoro también que el imputado es personal policial, sabe usar o entiendo que sabe manipular armas de fuego”.
Para fundamentar la solicitud de prisión preventiva de 120 días, el fiscal mencionó que existen riesgos procesales que deben ser atendidos. “Hay riesgo de fuga, sobre todo porque los delitos endilgados elevan un mínimo en el cual no podría existir una condena de ejecución en suspenso, más la solidez de la investigación y las evidencias recolectadas. El riesgo también es por la actitud posterior del imputado, quien estuvo varios días prófugo de la justicia. Ya se fugó por lo que tengo un elemento objetivo para acreditar que posteriormente también lo pueda hacer”, explicó Assat.
El fiscal también refirió que existen riesgos de entorpecimiento de la investigación y riesgo para las víctimas, de acuerdo a la violencia desplegada. “Muchos de los testigos conocen a Ledesma, viven en el mismo barrio y algunos refirieron cierto temor, por lo que de mantener la libertad podría inferir en las declaraciones de esos vecinos. La violencia desplegada hacia las víctimas, con disparos a la cabeza, me hace inferir que Ledesma de conservar su libertad, va atentar contra la vida de Suárez y Rivero”, sostuvo el fiscal de Instrucción.
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