Todos los sindicatos universitarios realizarán 5 días de paro en las próximas dos semanas y las clases no comenzarán el lunes 12 de agosto como estaba previsto.
Más del 80% de los docentes y no docentes quedó bajo la línea de pobreza y en septiembre ese número escalará al 95% con el pago de ganancias.
Desde noviembre, los docentes y no docentes perdieron más del 50% de poder adquisitivo y tuvieron la peor recomposición salarial de los empleados públicos. El viernes habrá una reunión con el gobierno nacional, pero hay pocas esperanzas de torcer el rumbo de las negociaciones.
“Nuestros salarios quedaron 57% abajo de la inflación y 27% debajo de las provincias. Nuestra recomposición es 17% menor al del resto de los estatales. Hay un ensañamiento particular con las universidades”, le dijo a LPO Marcelo Creta, secretario de Políticas Universitarias de Ctera. “Hace 30 años que no tenemos una situación salarial similar. Somos los trabajadores estatales peor pagos de la Argentina”, agregó.
Con sueldos que rondan los 680 mil pesos, más del 80% del plantel nodocente y docente de las universidades están por debajo de la línea de pobreza, calculada en 870 mil pesos. Ese número se incrementará en un 15% cuando a partir de septiembre empiece a descontarse Ganancias a los salarios más altos.
Una calificada fuente educativa definió la situación de las universidades nacionales como de “crisis terminal” tras el fuerte ajuste lanzado por Javier Milei. Parece poco probable que las medidas de fuerza que comenzarán la semana próxima logren torcer la voluntad del gobierno.
“El gobierno fue hábil en comunicar que el problema estaba resuelto después de la marcha de abril. No solo sigue el conflicto, sino que se está profundizando”, dijo la fuente. Diariamente se suman casos de profesores que abandonan sus puestos en instituciones públicas para pasarse a las privadas.
El segundo cuatrimestre no empezará el lunes 12 como estaba previsto. Las universidades tendrán 5 días de paro en dos semanas, una medida que ya venían realizando desde mayo y que hasta ahora no tuvo respuesta del gobierno.
La situación de las universidades es similar a la del Conicet, donde el gobierno lleva a cabo un ajuste feroz que tiene impacto tanto en los salarios como en el dinero que se utiliza para sostener las investigaciones. En las últimas semanas, presidencia decidió no contratar a quienes habían entrado a la carrera de investigador, pero tenían pendiente su alta en el sistema.
El trámite suele durar nueve meses, en los que el estado los contrata para que no queden sin ingresos. El gobierno decidió no avanzar con esos contratos y los nuevos investigadores quedaron a la deriva.
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