Así lo aseguró, y no hay dudas que así es, el kinesiólogo Luis Giraudo, quien desde diciembre pasado aceptó el ofrecimiento del gobernador Claudio Poggi y se sumó al gabinete provincial.
Sigue hablando y actuando como siempre; sin filtros. Admite que es “muy distinto” lo privado (de donde proviene y sigue trabajando) que la esfera de lo público. “La burocracia me mata”, reconoce este “hiperkinético” profesional, quien por primera vez ocupa un cargo ejecutivo: Secretario de Personas con Discapacidad, cuya sede central está en Villa Mercedes, más precisamente en instalaciones ubicadas en el Complejo La Pedrera y una oficina en Balcarce y Urquiza.
Destaca al respecto que “San Luis es la única provincia del país que tiene una Secretaría de Personas con Discapacidad con rango ministerial, lo cual significa que este tema es tomado como política de Estado, tal como se comprometió Claudio Poggi el año pasado, mucho antes que comenzara la campaña”.
A pesar de tener sede en su ciudad, Giraudo ya ha recorrido no menos de 60 localidades en toda la provincia, con el objetivo de llegar a los parajes más recónditos para conocer la realidad de cada lugar. “He ido a lugares muy chiquitos, donde hay gente que no tiene ni siquiera documento de identidad. Entonces mucho menos posee un Certificado Único de Discapacidad (CUD). Por eso el objetivo es hacer un amplio relevamiento de todas las necesidades que existen, para dar respuestas a cada una de ellas”.
En este sentido, indica que una de sus prioridades es hacer cumplir la ley de cupo laboral, que es obligatoria para el Estado y voluntaria para el sector privado. Destaca al respecto lo conseguido en el municipio de Fraga, que incorporó a tres personas discapacitadas, y los avances registrados en otras intendencias.
Otra meta en la que se encuentra embarcado es la conformación del Consejo Provincial de Discapacidad, que va a permitir crear un espacio de intercambio con todos los municipios de San Luis y poder unificar legislaciones en esta materia, entre otras funciones.
En referencia a las actividades que desarrolla el personal a su cargo, Giraudo menciona el acompañamiento y el asesoramiento, para que la persona con discapacidad reconozca sus derechos y los beneficios que tiene a través del CUD. “También desterrar los nichos de corrupción que existen, como cuando un prestador, un fisiatra por ejemplo, factura 10 sesiones pero sólo cumple con 6. Ese profesional no solo le está robando al Estado, sino que además le impide a otro discapacitado acceder a una pensión. Corrupción existe en todos lados, no solo en la política”, sostiene.
Como título deja una especie de balance de gestión: “En siete meses hemos logrado visibilizar la discapacidad de una manera impresionante, y seguimos laburando”.
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