5 octubre, 2024

MILEI HABLARÁ ANTE LA ONU CON UN DISCURSO CRÍTICO, MIENTRAS EE.UU SE ENFOCA EN SU POLÍTICA ECONÓMICA

El Presidente viajará a Nueva York y cuestionará el rol de los organismos internacionales y, en particular, la Agenda 2030.

La relación entre Estados Unidos y la Argentina entró en un impasse por la inminencia de las elecciones presidenciales, y no se esperan nuevas visitas de funcionarios del gobierno de Joseph Biden para el resto del año. Pero las señales entre ambos países, y del gobierno de Javier Milei con el FMI, están a la orden del día, con una larga lista de temas que se debaten por canales subterráneos.

En este contexto, Milei viajará a Nueva York el sábado para dirigirse por primera vez a la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas. En principio, irá acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo; la canciller, Diana Mondino, y la secretaria general, Karina Milei. Sin embargo, no se espera que viaje a DC, ni que se produzcan contactos formales con la Casa Blanca o con el FMI. De hecho, el país anfitrión está organizando un cocktail para el lunes a la tarde, después de los discursos del secretario de la ONU, António Guterres y de Biden, pero Milei aún no confirmó si irá. “Va a ser una visita institucional a la ONU”, dijeron en el entorno del jefe de Estado.

El único punto de contacto previsible con la política norteamericana será el discurso que llevará el Presidente a la ONU, un mensaje crítico del rol de los organismos internacionales frente a los Estados. En particular, contra iniciativas como la Agenda 2030, especialmente cuestionada por el Gobierno.

El primer mandatario descree de los objetivos enmarcados en ese programa, que incluyen la promoción de la igualdad de género y la lucha contra el cambio climático. En cambio, considera que las intervenciones de las organizaciones multilaterales debe acotarse, lo más posible, a las relaciones crediticias. De todas formas, equilibraría ese posicionamiento con una alusión directa al “sometimiento” que supuestamente ejerce China sobre el organismo, un pasaje que representaría un guiño a los intereses de EE.UU. en América Latina.

En el centro de poder de EE.UU. no acuerdan con la mirada de Milei sobre la Agenda 2030 (una iniciativa que promovieron desde 2015 y aún defienden). No obstante, relativizan el impacto de las diferencias sobre temas ambientales o sociales en el vínculo bilateral. Lo que les importa, en definitiva, es que la democracia se mantenga firme, frente al caos en Venezuela; que no se profundice la relación con China -más que la presencia militar, los inquieta la comercial y financiera-; y tener garantizado el acceso a recursos naturales, especialmente los minerales críticos (“litio” y “cobre” son palabras muy repetidas en los comandos de decisión norteamericanos).

 

 

 

 

 

 

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