En las últimas horas una fuente directa de la Defensoría del Pueblo de la provincia se animó a blanquear el malestar que generó una designación efectuada por el flamante titular, el Dr. Guillermo Marcelino Joaquín Belgrano Rawson.
Como se recordará, el pasado 29 de agosto se produjo el acto de asunción del ex titular del Colegio de Abogados de San Luis, un hombre respetado no sólo en el ámbito tribunalicio, sino también en las filas de la Sociedad Rural de San Luis, de la que ha sido un permanente colaborador.
Tras la renuncia del anterior ombudsman, Enrique Ponce, naturalmente también se fueron varios de los funcionarios que había designado el ex intendente de San Luis. Entre ellos, uno de los más importantes era el Coordinador General, Carlos Jacomet, a quien se le aceptó la dimisión a través de la Resolución No 041-DdP-24, el pasado lunes 16.
Casi en simultáneo se dispuso su reemplazo, a través del EXD 9160706/24: la profesora Laura Julia Moyano Mendoza.
Belgrano Rawson junto con Julia Moyano, Coordinadora General de la Defensoría del Pueblo.
Nada ilegal por cierto, salvo un detalle: la nombrada es nada menos que la nuera de Guillermo Belgrano Rawson, casada con su hijo Joaquín.
Según José María Torralba, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Navarra, «La ética no son teorías, ni valores, ni principios. La ética trata de realidades: las que creamos por medio de nuestras acciones”.
Quizás, a esta hora, el Dr. Guillermo Belgrano Rawson, un profesional intachable en su profesión, debería reflexionar sobre lo que dijo otro hombre de derecho que tal vez haya escuchado nombrar, Potter Stewart, ex juez asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos: “Ética es la diferencia entre hacer aquello a lo que tienes derecho y hacer lo que es derecho”.
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