Este miércoles se concreta la segunda marcha federal universitaria a raíz del brutal ajuste del gobierno del presidente Javier Milei al sector de la educación superior, y en reclamo de mejoras en los salarios de los docentes y los trabajadores NoDocentes.
Tal como ocurrió el 23 de abril, una multitud se congregará en las distintas ciudades del país para reclamar por la defensa de las universidades públicas del país y sus trabajadores.
En los primeros 8 meses del año, las transferencias a universidades cayeron un 30,1% en términos reales (es decir, descontando el efecto de la inflación) contra el mismo periodo de 2023. Además, el Gobierno no realizó transferencias de capital.
Por otro lado, los salarios de docentes y NoDocentes cayeron entre 50 y 60% en su poder adquisitivo.
Los rectores de universidades de todo el país junto a las federaciones que nuclean a los docentes y no docentes organizan esta marcha que tiene como consigna principal el pedido de mayor presupuesto para las casas de altos estudios.
La marcha estará acompañada de una suspensión total de actividades académicas y de investigación, y del pedido concreto de mayores partidas para las universidades de todo el país.
“Estamos convencidos de que no es un problema de financiamiento, es un problema de prioridades”, indicaron los convocantes y remarcaron la falta de diálogo con el oficialismo para resolver el conflicto que, según ellos, se encuentra sin avances desde el pasado 23 de abril, cuando se realizó la primera marcha universitaria a Plaza de Mayo.
EL VETO GENERÓ LA MOVILIZACIÓN
En septiembre, luego de obtener la aprobación en la Cámara de Diputados, el Senado votó a favor de la ley de financiamiento universitario, que establece una recomposición del presupuesto de las universidades nacionales, según el índice de inflación.
Una vez que se conoció el resultado de la votación en la Cámara alta, el presidente Javier Milei anticipó que iba a vetar la legislación, porque considera que va en contra del objetivo de alcanzar el equilibrio fiscal, que es una de las finalidades de su gestión y, además, criticó que la iniciativa no estableciera la fuente de financiamiento de la erogación que implicará para el presupuesto nacional.
La convocatoria principal está pautada para este miércoles 2 de octubre a partir de las 17 horas en la plaza del Congreso, en Callao y Rivadavia. No obstante, habrá concentraciones en diferentes puntos neurálgicos de todo el país.
La marcha federal universitaria se enfoca en el reclamo de las partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión de las universidades. Esto incluye una recomposición salarial para el personal docente y no docente, que asegura acumular pérdidas del 50% desde diciembre pasado.
SALARIOS
La Universidad Nacional de Río Negro y la Universidad Nacional de San Martín elaboraron un informe en el que analizaron los salarios de los docentes universitarios de la Argentina.
Al final del informe, realizaron una comparación entre los salarios docentes universitarios de la región. De acuerdo con este análisis, en nuestro país se pagan los salarios docentes universitarios más bajos de los 11 países comparados. Para la comparación, se tomó como ejemplo un profesor titular con dedicación exclusiva y se midió su salario en dólares de acuerdo con la cotización del “circuito financiero argentino”.
Bajo estos parámetros, el salario docente universitario en la Argentina es de US$ 1.124, por debajo de países como Brasil (US$ 4.231), Uruguay (US$ 3.443), Ecuador (US$ 2.786), Chile (US$ 2.318), Bolivia (US$ 2.170), Perú (US$ 2.155), Paraguay (US$ 1.870) y Colombia (US$ 1.703), entre otros.
CERO TRANSFERENCIAS
Al igual que en otros sectores de la administración pública, el Gobierno también recortó los gastos de capital en las universidades. Son las obras públicas o los gastos en infraestructura.
Según la Conadu, el presupuesto inicial, prorrogado de 2023, era de $ 31.914 millones. En este caso, las partidas no sólo no fueron actualizadas por inflación, sino que además sufrieron recortes: en abril el Gobierno le restó $ 165 millones al presupuesto. De todas formas, en los primeros 8 meses del año la ejecución presupuestaria en transferencias de capital para universidades fue nula.
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