21 enero, 2025

LAS PARADOJAS DE CARLOS D´ALESSANDRO, EL ENEMIGO DE LAS UNIVERSIDADES

Por Eduardo Gargiulo

En las últimas semanas, el diputado nacional por San Luis, Carlos González D´Alessandro, siguiendo los pasos de su admirado presidente Javier Milei, profundiza el ataque contra las universidades.

Luego de haber votado en contra del proyecto de ley de financiamiento educativo, y a favor del posterior veto presidencial, muchas voces del ámbito universitario lo salieron a cuestionar. Lo cual le molestó y mucho.

Semanas atrás, ante la posibilidad de que lo declararan persona no grata en la UNSL, donde distintos sectores expresaron su repudio hacia él y también sus pares Alberto Rodríguez Arancibia y Karina Bachey, amenazó con llevarlos “hasta los tribunales”, dado que él representa” al 57% de los y las sanluisinas” (SIC) que lo votaron “para defenderlos de los ladrones de la casta política…”.

Sin dudas, el tipo mete muchísimo miedo.

La semana pasada, cuando se produjo la toma del campus de la Universidad Nacional de San Luis en Villa Mercedes, volvió a la carga. “No nos permiten siquiera entrar, porque ahora se plantaron los leones de la UVIME” (SIC), lo cual provocó cierta confusión, dado que los estudiantes de la UNViMe no tuvieron ningún tipo de participación en dicha toma.

El hombre tiene carácter, no caben dudas.

La última acción contundente del iracundo legislador va más allá, intentando instalar una suerte de filtro de pureza ideológica en las aulas universitarias, a través de la denuncia virtual de las víctimas. Prometiendo luego exponer las acusaciones en el Medio Liberal, su Instagram preferido, “para defender tu derecho a una educación sin adoctrinamiento”.

Nada más parecido a una caza de brujas para uniformar el pensamiento, justo en un ámbito que se caracteriza por la libertad…

Tamaña cruzada de un dirigente que se la pasa descalificando por “casta” a todo aquél que no piensa como él, llevaría a pensar que recién arriba a la política y, por tanto, lo acompaña una imagen ciertamente inmaculada. Pero no. Al parecer no sería éste el caso.

Carlos González D´Alessandro se recibió hace 22 años en una especialización en Management Político en la George Washington University (2002). El nombre de su tesis lo dice todo: “Estrategias y Armas para la Guerra Política”, que se transformó en su primer libro. Como se ve, el hombre ya se viene preparando hace rato para este presente de batallas que le toca librar.

Lo anterior, sin embargo, no es lo más sorprendente de este violento libertario, quien preside la fundación SODETEC, la cual ofrece soluciones tecnológicas cuidando el medio ambiente. Sino su trayectoria política de los últimos años, que prefiere reemplazar por los títulos académicos que exhibe con orgullo: “Soy profesor en Emprendimiento e Innovación graduado de la Universidad de Salamanca, diplomado en ´Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública´ en la Universidad Católica de Córdoba”, escribe, además de la especialización antes citada en EE.UU.

Aunque nunca lo dice y ha intentado borrar de su pasado, D´Alessandro también tiene algunos muertos en su placard.

Antes de convertirse al anarcocapitalismo libertario,ocupó otros lugares en la función pública. Fue Asesor de la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio de La Matanza, bastión del peronismo. Posteriormente desempeñó otros cargos como Secretario de Turismo, Cultura y Deporte, Jefe de Prensa y Comunicación Institucional. En ese entonces, cuando cobraba, el kirchnerismo no le parecía tan malo.

De vuelta en San Luis, siguió en la función pública. En 2017 asumió como Secretario General del Gobierno de la Municipalidad de Juana Koslay, desde donde logró tejer excelentes relaciones con todo el entramado político del justicialismo provincial y del resto de los partidos.

Fue así como el 13 de agosto de 2020 se animó a escribir su segunda obra: “Innovar transforma ciudades”, más centrado no en la guerra sino en cómo hacer más eficientes los municipios y en repensar el rol que éstos cumplen.

Sinceramente, no tuve tiempo de leer tan magnífica obra. Apenas ví quién escribe el prólogo: Alberto Rodríguez Saá. Casta pura, diría Milei.

Lo más sugestivo puede leerse en la última consideración del editor: “El libro de Carlos es fuente de inspiración para la construcción de la Agenda 20/30 en la que ha municipios refiere”.

¿Raro no? Teniendo en cuenta cómo empezó su discurso el presidente Javier Milei en la ONU, hace menos de un mes, el 24 de setiembre.

“No vengo aquí a decirle al mundo lo que tiene que hacer, vengo aquí a decirle al mundo lo que va a pasar si las Naciones Unidas continúan promoviendo las políticas colectivistas de la Agenda 2030“.

Uno podría pensar que, en realidad, lo que escribió el editor-prologuista no lo incumbe al autor. Es cierto. Pero si uno se adentra en el libro, descubre lo que sí piensa – ¿o pensaba? – el inefable diputado nacional Carlos D´Alessandro, quien destina todo un capítulo para explicar y elogiar los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible.

Hace cuatro años, el desmemoriado libertario puntano, nos decía: “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, representan principios básicos para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad”.

Se me cayó un ídolo. Resulta que Carlitos también era casta. FIN (diría Adornis).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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