1 diciembre, 2024

IMPUTAN A VIOLENTO CONDUCTOR EBRIO POR RESISTENCIA A LA AUTORIDAD, DAÑOS Y AMENAZAS

La jueza de Garantía N° 4, Natalia Lazarte Otero, dio por formulados cargos contra Rodrigo Zabala, un conductor acusado de resistencia a la autoridad, daños a bienes del Estado y amenazas, por un hecho ocurrido durante la madrugada del 4 de octubre pasado en la ciudad de San Luis. Además, el test de alcoholemia que le realizaron ese día al automovilista, determinó que conducía con 2,02 gramos de alcohol en sangre. Este martes se realizó la audiencia de imputación y la magistrada ordenó que el imputado firme el Libro de Fiscalía durante 60 días mientras continúa la investigación.

Esteban Roche, fiscal de Instrucción N° 3, en la presentación del caso, narró que cerca de las 6:30 horas, en la Autovía Eva Perón y Sarmiento, el oficial José Martínez, a bordo del móvil 1-1177, recibió un llamado del centro de atención donde se le informó sobre un vehículo estacionado en medio de la calzada, con su conductor aparentemente dormido al volante.

El oficial se dirigió al lugar y, al llegar, divisó el automóvil detenido. Al intentar acercarse para comprobar el estado del conductor, el joven, presuntamente sin mediar palabra y con el motor encendido, aceleró y se dio a la fuga, por lo que se inició una persecución. Martínez activó el megáfono policial para dar la voz de alto, pero el conductor ignoró la señal y continuó por avenida Sarmiento a gran velocidad, incluso cruzando semáforos en rojo.

“La persecución se extendió hasta la intersección de Sarmiento y calle Elpidio González, donde el oficial logró interceptar el vehículo. En ese momento, con el apoyo de otros móviles policiales, el conductor fue finalmente detenido. Sin embargo, al bajar del automóvil, el hombre se tornó violento, amenazando al personal policial e incluso afirmando que su hermano es general, insinuando que nadie podría detenerlo”, explicó el fiscal.

Durante la intervención, el detenido agredió al sargento Páez con una patada en el abdomen, lo que derivó en un forcejeo. Tras una breve resistencia, los efectivos lograron colocarle los grilletes de seguridad y reducirlo.

Se procedió a realizarle el test de alcoholemia, el cual arrojó un resultado positivo de 2,02 gramos de alcohol en sangre. El detenido fue trasladado al Hospital del Norte, donde, a su llegada, comenzó a patear la ventanilla de seguridad del patrullero, provocando daños en el compartimento que separa el habitáculo del conductor.

 

 

 

 

 

 

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