El hecho ocurrió en diciembre de 2018, en un campo de departamento San Martín. Este jueves la jueza Sandra Piguillem, de la Sala Penal de la Tercera Circunscripción Judicial, condenó a N.C., de 62 años, a la pena de tres años de prisión de ejecución en suspenso. El acusado fue hallado culpable del delito de lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego en exceso de legítima defensa, conforme a los artículos 91, 41 bis y 35 del Código Penal Argentino (CPA).
El fiscal Mario Zudaire imputó al acusado el delito de lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego. En su alegato, el Ministerio Público Fiscal solicitó una condena de tres años de prisión en suspenso, además de las accesorias legales y costas procesales, al considerar a N.C. como autor material y penalmente responsable del delito previsto en el artículo 91 del CPA.
Por su parte, el abogado querellante, Carlos Bianchi Durán, pidió una pena de diez años de prisión de cumplimiento efectivo, más costas procesales. Durante sus alegatos, fundamentó su solicitud en los artículos 91 y 41 del CPA, subrayando que el arma utilizada era un arma de guerra.
La defensa técnica de N.C., a cargo de Orlando Villegas, pidió la absolución de su defendido en los términos del artículo 34, inciso 6, del CPA, argumentando que su accionar estuvo amparado en la legítima defensa. Como medida subsidiaria, planteó la aplicación del artículo 35 del CPA, que contempla los delitos cometidos por imprudencia o exceso en la legítima defensa.
El hecho investigado ocurrió el 4 de diciembre de 2018, en un campo de la localidad de Rincón del Carmen, departamento San Martín. Según la causa, N.C. disparó con un fusil a D.M., un trabajador rural. Como consecuencia de las heridas provocadas por el proyectil, los médicos debieron amputarle una pierna a la víctima.
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