Recientemente en nuestra provincia se produjo una gran polémica, a partir de conocerse el suicidio de un joven de 16 años, dominado por las adicciones. Desde la Justicia se descargó responsabilidad en el gobierno, el que luego devolvió acusaciones al Poder Judicial.
Como es un tema del que poco se habla, y que periodística y policialmente casi nunca se informa, resulta incómodo y para algunos políticamente incorrecto abordarlo. Por aquello de que “mencionar el tema induce a concretarlo”. Sin embargo, ya no es una cuestión menor, incluso a nivel nacional, por lo que negarlo u omitirlo pasa a ser un acto de irresponsabilidad más que de prudencia o discreción.
La gravedad del tema está dado por un dato contundente: no solo han aumentado los casos, sino que además el suicidio ha pasado a ser la principal causa de muerte en nuestro país, por encima de los accidentes viales.
A fines del año pasado, el Ministerio de Seguridad de la nación publicó las últimas estadísticas criminales y, entre ellas, la cantidad de suicidios registrados en el país. Pero la información mereció escasa difusión.
“Sistema de Alerta Temprana. Sistema Nacional de Información Criminal. Suicidios. Años 2017-2023”, se titula este completo informe de Diciembre 2024, según el cual en 2023 hubo 6% más suicidios que en 2022, cuando ya habían subido 7,4% respecto del anterior.
Según esos datos oficiales, en 2023 y por primera vez, el suicidio fue la principal causa de muerte en nuestro país (4.197), superando a los decesos por siniestros viales (3.955), los homicidios dolosos (2.046) y los homicidios culposos por otras causas (821).
SITUACIÓN EN SAN LUIS
En 2022, la Dirección de Estadísticas y Censos de la provincia publicó un informe que abarca los años 2017 hasta 2022, período en el que se registraron un total de 348 suicidios, de los cuales 55 fueron el último año.
Sin embargo, la recurrencia de este modo de morir aumentó en San Luis más de un 40% un año después. Según el informe nacional, en 2023 la provincia con más suicidios del país -ajustada por población- fue Entre Ríos (247), con una tasa de 18,8. Y en segundo lugar aparece San Luis (79), con una tasa de 16,3. Muy por encima de la tasa nacional, que fue 9,8.
Apuntes de San Luis, a pesar del hermetismo en torno al tema, pudo obtener un dato parcial de 2024, que acrecienta la preocupación por el aumento de suicidios. Se refiere específicamente a la segunda circunscripción, que abarca los Departamentos Pedernera y Vicente Dupuy.
Sobre un total de 75 víctimas registradas en 2024, ocurridas de manera violenta, 27 fueron producto de suicidios, de los cuales 24 fueron hombres y 3 mujeres. Registro que superó las muertes por accidentes de tránsito en ruta (2), accidentes en Villa Mercedes (14), o por arma blanca o armas de fuego, entre otras causas. Es decir que coincide con el dato nacional, que marca que los decesos por suicidio superaron a los fallecimientos por siniestros viales.
Una fuente que exigió reserva de identidad, aseguró que “en San Luis se registran aún más suicidios que en Villa Mercedes. Por caso, el 31 de diciembre hubo dos, pero no se dio información”.
Esta información coincide con el informe de la Dirección de Estadísticas y Censos de nuestra provincia, discriminada por departamentos.
Pero las cifras no resultan del todo creíbles, del citado trabajo, cuando se mencionan las localidades donde se registraron mayor cantidad de suicidios, en la que aparecen primero Zanjitas, una pequeña localidad del departamento Juan Martín de Pueyrredón de menos de 300 habitantes, y luego Villa Mercedes.
Con respecto a la estructura asistencial y de contención para atender los problemas de salud mental, como la depresión, señalada como la causa principal del suicidio, la fuente consultada indicó que es escasa en la segunda circunscripción. “Para que te des una idea, en el sistema público de la ciudad Capital existen cerca de doce (12) psiquiatras, en tanto que en el Hospital Juan Domingo Perón apenas dos (2)”.
Añadió además que si bien existe una planilla en la que los médicos deben apuntar la causa de muerte, muchos no lo hacen o la llenan mal.
“Prefieren poner como causa de muerte el paro cardiorrespiratorio, que es lo más simple para evitar la burocracia o el papelerío judicial. Pero nosotros vemos muchas veces que el cadáver presenta en el cuello claros signos de ahorcamiento. Y sí, dejó de respirar y le dio un infarto, pero no fue natural. Por eso la estadística tampoco puede tomarse como muy cierta”, apuntó.
CARACTERIZACIÓN DE LOS SUICIDIOS
En el informe nacional, entre otras variables recabadas se analizan los distintos tipos de lugar en los que se llevó a cabo el suicidio y qué tipo de mecanismo o arma fue utilizada.
Respecto al lugar del hecho, la categoría de mayor importancia fue Domicilio particular en todo el periodo analizado, mientras que la categoría Vía pública ocupó el segundo lugar. Se observa un incremento en la categoría “Sin determinar” para los últimos años.
En particular, durante 2023 el lugar de ocurrencia predominante fue el domicilio particular (66,3% de los casos). La vía pública ocupa el segundo lugar (11,2%). En conjunto, ambas categorías acumulan el 77,6% del total.
En todo el período analizado, la modalidad empleada con mayor frecuencia fue el ahorcamiento, 66,5% de los suicidios en los últimos 7 años. En segundo lugar, se encuentran los hechos producidos con armas de fuego (15,1%).
Esta información coincide con lo señalado para nuestra provincia, a partir del informe difundido por la Dirección de Estadística y Censo, que abarca hasta 2022. El ahorcamiento y la muerte por disparo de arma de fuego aparecen como las vías más elegidas para quitarse la vida.
CARACTERIZACIÓN DE LAS VÍCTIMAS DE SUICIDIOS
Otros datos del informe nacional. Si se analiza la cantidad de víctimas según el sexo registrado, es posible determinar que en los últimos siete años el 78,7% de los suicidas fueron de sexo masculino. Cabe destacar que la participación de sexo femenino y masculino se mantuvo relativamente estable durante el período analizado.
En tanto que en San Luis, según los datos de 2022, el 85% de los suicidios fueron obra de varones.
En lo que respecta a las edades de las víctimas, es posible observar que, para el período analizado, las franjas etarias con mayor frecuencia fueron de 20 a 24 años, de 25 a 29 años y de 30 a 34 años. Resulta llamativo y preocupante que en 2023, el 38,6% de los suicidios se presentaron en la franja etaria de entre 20 y 34 años, registrando asimismo la mayor tasa.
En nuestra provincia también se verifica la misma estadística, en cuanto a las edades.
CONCLUSIÓN
El aumento registrado en el número de casos de suicidios constituye una luz de alarma para el sistema público de salud de San Luis. Se desconoce si se están trabajando estrategias para abordar esta problemática o campañas de prevención.
Queda claro que en nuestra provincia, por más que la policía no informe la causa de muerte cuando se trata de un suicidio, y los medios tampoco, el problema es real y va en aumento.
Como sociedad, es hora que asumamos la existencia de este drama. No para generar pánico, sino para abordar con profundidad y madurez esta compleja problemática, tratar de descubrir las razones por la que qué cada vez más personas jóvenes eligen quitarse la vida antes de vivirla en plenitud. Ver en qué estamos fallando. Involucrar a todos los sectores de la sociedad civil.
Sólo así será posible elaborar estrategias y redes de ayuda efectivas que permitan reducir la incidencia del suicidio en nuestra provincia.
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CONSEJOS PARA PREVENIR EL SUICIDIO
La representación más extendida sobre el suicidio está asociada a la imagen de un acto individual con un propósito claro. Sin embargo, cada vez más, este evento de la vida humana es considerado en toda su complejidad, teniendo un alcance colectivo, como problema sanitario y social. El suicidio es un tema de salud que requiere un abordaje comunitario y responsable.
Es importante saber que:
La persona que se suicida no desea morir. La persona que tiene ideas suicidas está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir si su vida continúa de la misma manera.
Se cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace. Sin embargo, la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida. Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales que de ser detectada a tiempo puede ayudar a evitarlo.
El suicidio o intento de suicidio puede ocurrir durante un proceso depresivo o no. Los comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia y otros padecimientos mentales, además de comportamientos destructivos y agresivos. Sin embargo, esta asociación no se debe sobrestimar. No hay una relación directa entre el sufrimiento que padece quien desea terminar con su vida y los padecimientos o enfermedades mentales.
Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.
No debe asociarse el suicidio y el intento de suicidio con acciones de cobardía o valentía, tampoco con hechos románticos o heroicos. La acostumbrada asociación que se realiza desde los medios de comunicación del suicidio con hechos delictivos al anunciarlos en las secciones policiales debe ser cuestionada.
La tendencia al suicidio no es hereditaria. Lo que sí puede trasmitirse por medio de la educación es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas.
¿Cómo prevenirlo?
Reconociendo los signos de alerta: aislamiento; persistencia de ideas negativas; dificultad para comer, dormir y trabajar; desesperanza; llanto inconsolable; repentino cambio de conducta.
Mostrando interés y apoyo.
Respetando las diferentes expresiones de sentimientos.
Eliminando prejuicios. El suicidio no es ni bueno ni malo, tampoco un hecho delictivo, es una situación de sufrimiento.
Desde casa, desde la escuela, desde cada espacio, motivando a las personas:
Para que hablen sobre cómo se sienten.
Para que tengan amistades saludables.
Para que tomen decisiones de manera autónoma.
Para que aprendan a manejar situaciones de estrés y dificultad.
Para que aprendan a perseverar cuando la ocasión lo requiera y a renunciar cuando sea necesario.
Para que tengan buena autoestima.
Para que desarrollen habilidades e inteligencia emocional para resolver.
El desarrollo de habilidades sociales previene el suicidio.
Debemos tener en cuenta que:
Estar atentos es la forma de acompañar. El diálogo no es un interrogatorio, sino compartir un momento.
Si la persona no accede a realizar un tratamiento no hay que obligarla. Seguir acompañando y dialogando, mientras uno mismo realiza una consulta con un profesional.
Si estás preocupado por alguien o necesitas acompañamiento, no estás solo. Podes pedir ayuda: a amigos, familia, en centros de salud, en un hospital, en la escuela, en el club de tu barrio, en una institución religiosa.
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