12 diciembre, 2024

DE LOREDO RECONOCIÓ LA DERROTA EN CÓRDOBA: LOS HICE VENIR AL PEDO…

Pasadas las 21.20 el diputado nacional radical Rodrigo de Loredo admitió el triunfo del peronista Daniel Passerini (Hacemos Unidos por Córdoba), en una foto conjunta amarga para Juntos por el Cambio, con un pelotón de referentes nacionales de la coalición in situ, incluídos Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. La participación fue baja: apenas rondó el 60%.

Cerca de las 21.20 De Loredo reconoció la derrota, cuando aún no estaban cargados los primeros resultados oficiales en la página de la Justicia Electoral. Apeló para eso a los datos propios del centro de cómputos de JxC. “Queremos ante todo reconocer un triunfo y saludar a quién va a ser el próximo intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Passerini”, dijo. Fue un baldazo de agua fría.

Los primeros datos oficiales fueron cargados recién poco después de las 21.35. Con 26,03% de las mesas escrutadas, la fórmula de Passerini y el extitular del PRO cordobés, Javier Pretto obtienen el 47.33% de los sufragios, contra el 40,76% del tandem de De Loredo y su par del PRO, Soher El Sukaria. Lejos de ese duelo polarizado se ubica Laura Vilches (FIT-U), con el 2,87%.

El voto en blanco queda en séptimo lugar (1,42%), mientras que la participación se ubicó apenas por debajo del 60%, en muy alto nivel de ausentismo.

A tono con la fuerte atención que genera la elección por sus ecos provinciales y nacionales, cerca de las 19 pisaron el búnker de JxC el precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta, el radical Gerardo Morales, y una de las espadas a jefe de Gobierno porteño, Martín Lousteau, líder del espacio Evolución Radical al que adscribe De Loredo.

Luego desembarcó también en tierra cordobesa la precandidata presidencial de la coalición opositora Patricia Bullrich, lo mismo que Rodríguez Larreta, quien llegó al búnker cerca de las 20. También lo hizo el gobernador correntino Gustavo Valdés. Pero la foto final fue finalmente amarga en la sede del espacio en el Alto Botánico de Chancay al 600, en el oeste capitalino.

Más allá de ese febril desfile, en la sede de Hacemos Unidos por Córdoba instalada en el Hotel Quórum ya agitaban pasadas las 20 el dato de que manejan “números muy pero muy positivos”, en medio de señales de algarabía.

Hacemos Unidos por Córdoba encestó así un doble con una diferencia de cerca de un mes: viene de festejar el pasado 25 de junio el triunfo de Llaryora sobre el candidato de JxC, Luis Juez, y se transformó en el sucesor desde diciembre del gobernador Juan Schiaretti.

Passerini logró superar el desafío de retener el poder en la capital, en una plaza con un electorado donde pesa fuerte el radicalismo pero en la que había logrado imponerse en 2019 Llaryora. El antecedente que dejó la compulsa del 25-J había ido en ese sentido, cuando en la capital la brecha entre el gobernador electo y Juez –de estrechos 3,3%- se amplió a casi 8 puntos.

En clave de plebiscito, HUxC apoyó parte de su campaña en los logros de gestión de Llaryora -Passerini es su vice- y del trabajo conjunto con Schiaretti (ambos dirigentes cuentan con alta imagen positiva), en un esquema que apuestan a continuar. La estrategia funcionó.

Por su parte, Schiaretti sumó un apetecible resultado en el marco de su campaña presidencial de cara a las PASO (en dupla con Florencio Randazzo) y desde la cual en las últimas horas brindó nuevas señales sobre un potencial acercamiento con el sector blando de JxC encarnado por Rodríguez Larreta.

En la otra vereda, desde JxC no lograron sumar a la capital cordobesa al hilo de triunfos de Claudio Poggi en San Luis y de Marcelo Orrego en San Juan, además del lustosista Maximiliano Pullaro en las PASO santafesinas de hace una semana (previamente se impuso también como fuerza la coalición en las primarias de Chaco). Cosechas con amplio saldo a favor de Larreta por sobre Bullrich.

La coalición tampo pudo celebrar su tercer cambio de signo político en una capital este año, tras arrebatarle al peronismo las ciudades de San Juan (el 14 de mayo) y de San Luis (el 11 de junio).

Tras el cierre de la votación las miradas de propios y ajenos se dirigieron -con lupa redoblada- al escrutinio provisorio, sobre todo luego del tenso recuento de los comicios provinciales del pasado 25 de junio, signado por las fallas técnicas en lo que fue el defectuoso debut del sistema Turing de carga y transmisión de datos electorales desde las escuelas.

Como aquel domingo que derivó en la victoria de Llaryora sobre Luis Juez (JxC) por ajustados 3,3 puntos, en esta oportunidad también se votó con Boleta Única de Sufragio (BUS). Pero no aplicaron en cambio el cuestionado sistema y volvieron al formato tradicional de conteo.

La previa de este domingo incluyó ya un protagonismo no buscado por parte de la Justicia Electoral municipal, luego de una polémica publicación que incluyó el recordatorio de que el voto es obligatorio pero también la definición de que no habrá sanciones para quienes no sufraguen. Desde la oposición cuestionaron la medida y advirtieron que desalienta la participación, un escenario que suelen beneficiar a los oficialismos (desde donde también cuestionaron en rigor la solicitada).

Pasadas las 15 desde Junta Electoral municipal confirmaron que la participación rondaba cerca del 40%, del padrón, lejos a priori del cerca del 68% de la votación a gobernador de hace un mes.

Fue en el marco de una jornada donde pesó fuerte además el clima agradable y el último día de las vacaciones de invierno escolares, con shoppings y centros comerciales repletos y muchos ciudadanos además en clave de retorno tras unos días de descanso. “Flojo nivel de participación, debería repuntar”, dijeron en horas de la siesta cordobesa desde filas de la oposición, frente a un fenómeno que beneficia a los oficialismos por su mayor estructura.

Desde la coalición opositora brotó un corte durante la tarde que mostró a De Loredo por encima de Passerini por unos siete puntos, mientras que desde el oficialismo agitaron otro con Passerini arriba por 2,5 puntos. Pero en general primó la cautela y el hermetismo en ambas veredas y se escuchó en repetidas oportunidades la calificación de “final abierto”.

La apuesta en juego en la estratégica plaza, que reúne cerca del 40% del electorado provincial, excedió las fronteras municipales, más allá de la definición concreta que arrojarán las urnas sobre los cargos en disputa: el nuevo alcalde y su vice, 31 concejales (y 10 suplentes) y cinco tribunos de cuentas.

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