El día 21 de setiembre del año pasado escribí un documento en el que hacía la pregunta del titulo, que fue publicado al dia siguiente. Hoy -6 de enero de 2024- leo en la página 25 del diario Perfil un artículo firmado por Hugo Aime, bajo el epígrage: “Discutir hacia dónde vamos”. Una coincidencia destacable.
En aquél, entre otras cosas, decía: “…Es, sin duda, un tiempo muy especial. Nos encontramos en un cruce de caminos (una encrucijada, tal vez la final) y tenemos que elegir cuál recorrer. No es una decisión simple, porque en lla nos va el futuro.
En el presente, tenemos que resolver qué camino tomaremos. En el futuro, de acuerdo a la disposición que adoptemos, debemos entrar en una nueva etapa que es indispensable construyamos entre todos. Sabiendo, de antemano, que ésta es la única manera de hacerlo”.
Haime, uno de los más recnocidos consultores y analistas polítcos del país, comienza sus conceptos expresando: “Cuando asumen los gobiernos, tratan de imponer un relato, una visión de las cosas que les permita mantener el apoyo que obtuvieron en las urnas y conseguir nuevos fieles. Para que el relato se haga carne, se necesita que cuente una historia que le dé sentido al presente y, a su vez, pueda constituir un puente hacia el futuro…”.
En ese documento citado, de ya largos tres meses, preguntaba: “…¿Qué sería forzoso entender y llevar a cabo?. Y respondía:
1º) En primer lugar, comprender que todos somos necesarios, pero ninguno imprescindible o irremplazable. De ellos están llenos los cementerios.
2º) En segundo, asumir que estamos en una situación límite, en la que no podemos permanecer porque sucumbiríamos. Todo, absolutamente todo, corre peligro: la comunidad, la familia y hasta nuestra propia vida.
3º) Y, por último, tener la convicción, corajudamente fuerte, QUE SE PUEDE y ponerla al servicio de las acciones adecuadas para poder superarlo rápidamente”.
Y Haime concluye su importante análisis y opinión –que recomiendo leer en su integridad-, exponiendo: “…Como dijo Cachanosky, ´un país no se hace liberal por un decreto de necesidad y urgencia´. Y esa es la verdadera discusión. Cuál será la orientación general de la Nación en los próximos años”.
Y, por su parte, el aludido documento, finalizaba pidiendo: “…ARGENTINOS: ¡A LAS COSAS! ¡AHORA!
No dejemos que nos venzan el desánimo y la incomprensión. NO DENOSTEMOS. ¡REALICEMOS! ¡VAMOS JUNTOS A LUCHAR POR EL FUTURO! Es el futuro de todos. Y, particularmente, de las nuevas generaciones, que nos obligan a dejarles algo mejor.
¡BUSQUEMOS EN CONJUNTO, CON FE, ESPERANZA Y MUCHO AMOR POR ARGENTINA, EL BIEN DE TODOS!”.
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