1 diciembre, 2024

FUERTE EBULLICIÓN EN LA UCR TRAS LA PÉRDIDA DEL MINISTERIO DE TURISMO

En las últimas horas dos referentes radicales se manifestaron en diferentes términos, luego de los episodios que protagonizaron el ministro de Turismo Juan Manuel Rigau y los diputados provinciales que no acompañaron el proyecto de reforma política en la Cámara de Diputados.

A la intempestiva dimisión del gaucho trapichense – tras su opaca gestión – semanas después de la baja de su jefe de Eventos Gonzalo Mastronardi, se sumó la incomprensible abstención de los diputados Ivana Ricca y Javier Giménez, que forman parte del interbloque Cambia San Luis, a la hora de votar un proyecto que se consensuó durante seis meses.

Fue demasiado. Una fuente inobjetable confió a Apuntes de San Luis el contexto de esas agitadas horas. Poggi se encontraba en Buenos Aires, invitado por el CFI para cumplir distintas actividades, cuando recibió una llamada telefónica a media tarde, y se anotició de lo ocurrido durante la sesión legislativa.

– Te juro que nunca lo escuché tan caliente. El loco que le hablaba se quedó mudo. Me enteré lo que decidió porque el vago le repitió lo que dijo para ver si había escuchado bien. Y sí, ahí mismo le dijo que comunicara la aceptación de la renuncia de Rigau y pidiera también la renuncia de los 40 empleados.

Paralelamente, a través de algunos comunicadores con linea directa, se dejaría trascender la decisión de quitar ese espacio de poder a la UCR.

Este jueves el ex diputado provincial Víctor Sosa (foto superior con Rigau), uno de los desplazados, hizo pública su renuncia a través de un posteo en instagram y descargó su bronca y decepción “contra los soberbios”. A los íntimos les pasó en limpio a quién apuntó sus dardos: a Walter Ceballos y los diputados de su partido.

Por otro lado, el ex intendente Miguel Angel Bonino concurrió a un programa radial y cuestionó la total “falta de conducción partidaria”, le pegó a la “ineficiencia de Rigau, a quien le quedó grande el traje de ministro” y reconoció que era casi seguro que el radicalismo perdería el ministerio de Turismo por sus propios desaciertos.

De paso, también cuestionó el rumbo nacional del partido, que no debería encolumnarse con Milei ni con los K, sino conformar un espacio de centro. Palo directo a Alejandro Cacace, quien ya acordó de palabra incorporarse al Ministerio de Desregulación que conduce Federico Sturzenegger.

Primeros coletazos de una crisis que recién comienza…

 

 

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