26 julio, 2024

UN HOSPITAL DE NUEVA YORK LOGRÓ POR PRIMERA VEZ TRASPLANTAR UN OJO ENTERO A UN PACIENTE

Un hospital de Nueva York logró por primera vez trasplantar un ojo entero, media cara incluida, a un paciente de 46 años que había sufrido un grave accidente laboral en el que perdió su nariz, su boca y el brazo izquierdo.

El trasplante, que se realizó en mayo, involucró a un equipo de más de 140 cirujanos, enfermeros y otros sanitarios, y duró aproximadamente 21 horas, según ha explicado la institución, NYU Langone Health, en un comunicado este jueves.

El paciente, Aaron James, es un veterano de Arkansas que trabajaba como electricista de alto voltaje cuando sufrió un brutal accidente en 2021, cuando su cara tocó un cable de alta tensión.

Incluso después de someterse a operaciones reconstructivas, James perdió “su ojo izquierdo, su brazo izquierdo por encima del codo, toda su nariz y sus labios, los dientes delanteros, su mejilla izquierda, y su barbilla hasta el hueso”, ha detallado el centro de salud en un comunicado.

Durante esas operaciones, los cirujanos decidieron cortar el nervio óptico tan cerca como fuera posible del globo ocular para que el paciente tuviera más opciones en el futuro, lo que acabó permitiendo el trasplante ocular.

Aunque de momento no se sabe si recuperará también la vista en el ojo trasplantado, el nuevo órgano “ha mostrado signos de salud extraordinarios, incluido el flujo directo de sangre a la retina”, ha manifestado NYU Langone.

La operación estuvo dirigida por el director del Programa de Trasplante Facial del hospital, Eduardo Rodríguez, que decidió combinar el ojo del donante con células madre derivadas de su médula ósea.

El cirujano Eduardo Rodríguez junto al trasplantado Aaron James.

Es el primer intento de utilizar células madre en un nervio óptico para tratar de estimular la regeneración. La operación demuestra que es posible realizar este tipo de intervenciones, pero todavía está por ver si tendrá efectos positivos en la restauración de la visión, o solo estéticos.

“ME SIENTO BIEN”

“Me siento bien. Todavía no tengo movimiento en él. Todavía no puedo parpadear. Pero ya tengo sensibilidad”, declaró James a The Associated Press mientras los médicos examinaban su evolución recientemente.

La cara y el ojo procedían de un donante masculino de unos 30 años. Durante la cirugía, los médicos inyectaron células madre adultas de la médula ósea del donante en el nervio óptico para favorecer su reparación.

James es sólo la decimonovena persona en Estados Unidos que se somete a un trasplante de cara.

Su esposa, Meagan James, dijo a CNN que verlo después del procedimiento “fue un sentimiento loco, genial, raro, extraño, de éxtasis y felicidad”.

“Hay que empezar por algún sitio, siempre tiene que haber una primera persona en alguna parte”, añadió Jame. “Quizá ayude a la siguiente persona”.

Hoy en día, los trasplantes de córnea -el tejido transparente situado delante del ojo- son habituales para tratar ciertos tipos de pérdida de visión. Pero trasplantar el ojo entero -el globo ocular, su riego sanguíneo y el crítico nervio óptico que debe conectarlo con el cerebro- se considera un paso de gigante en la búsqueda de la cura de la ceguera.

Pase lo que pase, la operación de James ofrece a los científicos una ventana sin precedentes a la forma en que el ojo humano intenta curarse. “No estamos afirmando que vayamos a devolver la vista”, dijo el Dr. Eduardo Rodríguez, jefe de cirugía plástica de la NYU, que dirigió el trasplante. “Pero no me cabe duda de que estamos un paso más cerca”.

 

 

 

 

 

 

 

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