1 diciembre, 2024

ALLANAN LAS CASAS DE ANABELA LUCERO Y SU PAREJA, EL DIPUTADO JOAQUÍN BELTRÁN

La Justicia llevó adelante este viernes por la mañana ocho allanamientos simultáneos en Villa Mercedes, en el marco de la causa que investiga el vaciamiento del Molino Fénix y La Casa de la Música.

Entre los domicilios requisados figuran los del diputado provincial Joaquín Beltrán, de la ex diputada y funcionaria Anabela Lucero, su hermano Enzo Lucero y otras personas investigadas por los delitos de violación a los deberes de funcionario público, malversación de caudales públicos y peculado.

En el caso de la ex candidata a intendenta de Villa Mercedes, el operativo se llevó a cabo en el barrio 1000 Viviendas, específicamente en la intersección de Granaderos Puntanos y San Luis, en la Manzana 2855, Casa 5. Su “casita” se distingue claramente del resto, por las costosas ampliaciones que presenta.

La causa se inició a partir que el secretario de Ética Pública y Control de Gestión, Ricardo Bazla, llevó adelante una investigación y dispuso auditorias contables y legales en la Casa de la Música y el Molino Fénix. El resultado fue un sinnúmero de irregularidades, y eso dio lugar a una presentación en la Justicia que hizo la conducción del complejo.

La ex legisladora es sospechosa porque administraba políticamente el lugar, junto al actual diputado Joaquín Beltrán, que es su pareja y se desempeñó antes como director del complejo hasta el cambio de gestión.

Beltrán, el hermano de ella, Enzo Lucero (jefe de Eventos), Exequiel Alberto Scarel (coordinador de la Casa de la Música) y Diego Emanuel Torres (coordinador de Teatro), figuran en la denuncia como sospechosos de cometer los delitos de violación a los deberes de funcionario público, malversación de caudales públicos y peculado.

Desde entonces la causa está en manos del fiscal José Olguín, e interviene el juez Santiago Ortiz. El primero formuló declaraciones a FM Latina 103.9.

Por lo que pudo saberse, se requisaron al mismo tiempo siete propiedades, entre ellas están la casa de Anabela Lucero, en el barrio 500 Viviendas, y un salón de eventos.

Lo que buscaba la Justicia son los elementos electrónicos que fueron robados de la Casa de la Música unos días antes de que asumiera la nueva gestión. La acusación sostiene que dentro de las irregularidades detectadas a partir del 10 de diciembre está “el vaciamiento de las instalaciones” y expone el faltante de equipos y mobiliarios.

Otro allanamiento se realizó en una casona cercana a calle Betbeder.

La denuncia expuso con imágenes las situaciones más graves detectadas el 8 y 9 de diciembre del año pasado, cuando en una camioneta Toyota Hilux y un Citröen Berlingo que tenía a disposición el Complejo, “se cargaron innumerables equipos de la Casa de la Música saliendo por el portón de calle Pueyrredón, con destino a un taller de montajes industriales Tecmetal SRL, ubicado en colectora sur, kilómetro 696 de la Autopista de las Serranías Puntanas”.

Ese predio, de acuerdo a la presentación, era comúnmente usado por Beltrán “para depositar mercadería y elementos que fueron repartidos durante la campaña electoral”, ya que el lugar le pertenecería a un amigo.

La causa que involucra a Anabela Lucero mantiene en vilo a la oposición, especialmente por tratarse de una “mimada” de Alberto Rodríguez Saá y su hijo, con quienes mantiene una estrecha vinculación. De hecho, figura como primer consejera titular del Consejo Provincial del Partido Justicialista, en la lista que será proclamada en 15 días.

DENUNCIA

La acusación incluye el testimonio de los empleados que eran “obligados” a trasladar los alimentos hasta la sede partidaria de Lucero, ubicada sobre calle Pringles, frente al Frigorífico Quickfood. En ese momento era la candidata por el oficialismo a intendenta en las elecciones que ganó Maximiliano Frontera.

De acuerdo a la documentación, el 9 de diciembre, Beltrán y Scarel llegaron al complejo sorpresivamente y “de manera agresiva” le solicitaron las llaves de los estudios de grabación a un empleado. Antes “desconectaron el sistema de cámaras” para que no quedara registrado ningún movimiento. Así fue que comenzaron a “cargar equipos sin ninguna justificación”.

Pudieron acreditar que faltaba una consola de sonido, cajas lanza humo, equipos de lanza papel picado, torres de sonido e iluminación. Hay fotos que muestran que “cargaron una mesa de vidrio con 12 sillas y sillones varios”.

Cuando Lucero “estaba refaccionando su casa, ella y su familia se instalaron a vivir en las suites y habitaciones” que tiene el lugar y que están destinadas para hospedar a los artistas, consta también en la denuncia.

RESULTADOS

El fiscal Olguín afirmó que se obtuvo prueba documental, entre otras cosas que deberán ser ahora reconocidas. Y que hay “una página y media” con elementos que se perdieron del interior del predio, entre los que hay equipamiento musical, de prensa (como cámaras) y mobiliario de diferentes sectores.

En las instalaciones no había registros de los eventos que se realizaron, que en su momento fueron gran envergadura como “Rock en la Casa” que tuvo cuatro ediciones, entre otros.

Si bien pasadas las 14 los operativos todavía no concluían, se supo que habían secuestrado también objetos técnicos, entre ellos una consola, y soportes de iluminación y sonido.

(Imagen tomada de El Chorrillero).

“Tenemos mucha seguridad lo que hacemos, y hay otras causas en trámite, por lo tanto, los procedimientos van a continuar la semana que viene. Tenemos un organigrama de medidas a ejecutar”, dijo el fiscal, con lo cual no descartó nuevos allanamientos y secuestros.

“Hay una innumerable cantidad de testigos y suficiente evidencia para justificar allanamientos y la formulación de cargos, que no será inmediata”, añadió.

Los cuatro sospechosos fueron notificados por los delitos que son investigados, en principio por peculado y administración fraudulenta, ocurridos días antes de que dejaran sus cargos.

Las otras causas a las que se refiere Olguín, una tendría que ver con “la utilización de elementos públicos para fines privados”. Lo que tratarán de establecer, entre otras cosas, es si las instalaciones que estaban destinadas para la estadía de los artistas que grababan en La Casa de la Música, se alquilaban a terceros como un negocio paralelo, como un hotel.

Son 6 habitaciones equipadas con ropa de cama y electrodomésticos, que también están entre los faltantes (hasta las sábanas).

 

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