De 175 países, la Argentina fue el único ante la ONU en votar contra una resolución a favor de la intensificación de los esfuerzos para eliminar la violencia contra mujeres y niñas. A diferencia de la delegación argentina, 170 naciones se expresaron en favor de la resolución, incluidos Estados Unidos e Israel; 13 países se abstuvieron.
Tres días después de votar contra una resolución por los derechos de las pueblos originarios, la Argentina se vio envuelta este jueves en una nueva polémica dentro de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Esta vez, nuestro país fue el único en oponerse a un documento -presentado ante el organismo el pasado 11 de noviembre- en apoyo a la intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
El escrito cuenta con las rúbricas de naciones tales como Alemania, Chile, España, Bolivia, Italia, Ucrania, Uruguay y Venezuela, entre otros. Todas y cada una de ellos se comprometen a “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la violencia sexual y por razón de género, la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”. A diferencia de la Argentina, 170 países votaron en favor de la resolución -incluido Estados Unidos e Israel- y sólo 13 se abstuvieron: Bielorrusia, Burundi, República Popular de Corea, Irán, Libia, Mali, Nicaragua, Níger, Nigeria, Rusia, Senegal y Siria.
Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización, explicó la postura de la delegación argentina en diálogo con LA NACION: “Se trataba de un documento que invocaba la agenda de la mujer, para limitar la libertad de expresión, con giros abiertos e indefinidos que llegaban a permitir la censura previa incluso para las mismas mujeres. El documento partía de un enfoque feminista radical y tenía abordajes de la violencia que se fundaban en una visión que no tiene evidencia científica alguna, invocando que la violencia se origina sólo por desequilibrio de poder, estereotipando a la mujer y desconociendo que la violencia tiene mil orígenes”.
A lo largo del documento de 19 páginas de extensión, se remarca “la importancia de combatir la trata de personas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas por medio de la aplicación de manera plena y efectiva del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”.
Se destaca también que “las tecnologías digitales pueden desempeñar un papel importante a la hora de empoderar a las mujeres y las niñas para que ejerzan todos los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de opinión y expresión, y de posibilitar la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres y, en su caso, de las niñas en la vida política, económica, cultural y social, y poniendo de relieve a este respecto la necesidad de colmar las brechas digitales dentro de los países y entre ellos, en particular la brecha digital de género, a fin de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas”.
REACCIONES DEL ARCO OPOSITOR
Algunos referentes de la oposición que expresaron su descontento con la postura que fijó el país en Naciones Unidas. “Con su posición en contra de las mujeres y niñas, Argentina queda en el bando contrario al de las democracias occidentales… y el mundo entero. La improvisación de la política exterior nos hace pasar papelones como el de hoy en la ONU. Dando batallas culturales imaginarias terminamos aislados del mundo”, escribió el senador radical Martín Lousteau en X.
“Quieren llevar a la Argentina a un lugar que no existe en el mapa geopolítico. No hay nadie esperándonos, estamos solos en las posiciones tomadas por la Cancillería la última semana. Hoy nos retiramos de la COP29 de Cambio Climático y rechazamos en soledad resoluciones de la ONU contra la violencia hacia las mujeres y en favor de los derechos de los pueblos indígenas. Estamos haciendo un papelón diplomático”, opinó el presidente de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro.
“Hoy los países más reaccionarios y autocráticos del mundo nos agradecen el trabajo sucio que hacemos por ellos en las conferencias y organismos internacionales para lavar y romper los compromisos de la agenda global en favor del desarrollo igualitario y libre de los países y sus ciudadanos. Es urgente que el Canciller se presente en el Congreso de la Nación e informe que pretenden lograr con estas decisiones. Ir a contra mano del mundo difícilmente nos de oportunidades”, cerró.
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